El pasado 26 de mayo Teresa y Carlos se dieron el “si, quiero” y yo tuve el enorme placer y privilegio de compartir todos y cada uno de sus momentos, de sus nervios y de una fiesta que empezó nada más salir el sol.
Un enclave singular, fuera de mi ciudad, Granada nos acogió en un día espectacular.
El lugar elegido fue La Casa Real del Soto de Roma (La borraja), donde por primera vez se celebraría una ceremonia civil al rededor de la fuente de uno de sus jardines más singulares.
La ceremonia estuvo cargada de momentos únicos, y como se nota cuando la gente de verdad comparte de una forma tan especial uno de los días más felices de tu vida; no fue difícil ver que son gente auténtica y una familia encantadora a más no poder haciéndome sentir como uno más en esa gran fiesta.
De verdad, os debo mucho! Gracias por todo!