No hay mejor plan de domingo que dejarse llevar por una artista, “¿unos invernaderos? ¡¡Me encanta!!”, esa fue la reacción de Irene cuando se lo propuse.
Ambos sabíamos que nada malo podía salir de esa mañana, y si cabía alguna posibilidad, ya se encargaba su positivismo y buen rollo de mandarlo al carajo.
Risas, potos, saltos, jazmines, escalada, pascueros y así suma y sigue en una sesión cargada de naturalidad y espontaneidad.
Hacia tiempo que no me dejaba mis indicaciones a la hora de dirigir en el bolsillo, esta chica es un terremoto, correr detrás de ella fue la tónica de la mañana, ¡se me perdía entre los setos con un abrir y cerrar de ojos!.
Nos os doy más el coñazo, sin más preámbulos os dejo con Irene Lombard, espero que os lo paséis tan bien como nosotros en ese ratejo.
¡Disfrutad y nos vemos pronto artista!